Cómo la competición ayudó a nacer el sistema híbrido del Porsche 911
El nacimiento del sistema híbrido del Porsche 911
El Porsche 911 Carrera GTS cuenta con un sistema híbrido llamado 'T-Hybrid' que se inspira en la tecnología de competición. Aunque Porsche no lo dice explícitamente, el sistema es muy similar en concepto a los utilizados en la Fórmula 1.
El problema de la reducción de emisiones
En 2014, la Fórmula 1 y la LMP1 introdujeron nuevas regulaciones de motor que limitaban el flujo de combustible. Esto planteó un problema para los ingenieros: ¿cómo reducir el consumo de combustible sin afectar el rendimiento? La respuesta fue implementar un sistema híbrido muy inteligente.
El sistema híbrido del Porsche 911
El sistema híbrido del Porsche 911 Carrera GTS combina un motor de 3.6 litros con un motor eléctrico conectado directamente al cigüeñal y un turbocompresor eléctrico. Ambos están impulsados por una batería de 1.9 kilovatios-hora montada en el maletero.
El turbocompresor eléctrico
El turbocompresor eléctrico es similar a un turbocompresor convencional, pero con un motor eléctrico en el eje que conecta las ruedas del turbocompresor y el compresor. Esto permite recuperar energía que de otra manera se perdería en forma de calor.
El motor eléctrico
El motor eléctrico está conectado directamente al cigüeñal y produce 53.6 caballos de fuerza y 103 libras-pie de torque. Ayuda a compensar el retraso del turbocompresor a bajas revoluciones y proporciona una entrega de potencia más lineal a altas revoluciones.
La conexión con la competición
Aunque Porsche no lo dice explícitamente, el sistema híbrido del 911 Carrera GTS se inspira en la tecnología de competición. El sistema es similar en concepto a los utilizados en la Fórmula 1 y la LMP1.
La experiencia de Porsche en la competición
Porsche tiene una gran experiencia en la competición, habiendo ganado numerosos títulos en la Fórmula 1 y la LMP1. Esta experiencia ha sido fundamental en el desarrollo del sistema híbrido del 911 Carrera GTS.
Conclusión
El sistema híbrido del Porsche 911 Carrera GTS es un ejemplo de cómo la competición puede inspirar la tecnología de los vehículos de carretera. Con su turbocompresor eléctrico y motor eléctrico, el sistema proporciona una entrega de potencia más lineal y reduce el consumo de combustible.